¿Cómo hacer frente a la menopausia?

La menopausia es la etapa de la mujer que marca el final de la vida fértil, es decir el cese de los ciclos menstruales.

Esta etapa trae consigo numerosos cambios en la mujer, sobre todo a nivel hormonal, algunos de los cuales pueden tener una repercusión negativa en el día a día.

 

La menopausia se diagnostica con el cese de las menstruaciones durante 12 meses consecutivos, siempre y cuando no se deba a ninguna otra causa fisiológica, patológica o quirúrgica. Los meses previos a la menopausia ya se empiezan a dar esos cambios y sintomatologías características de la menopausia.

¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?

Esta etapa se caracteriza por una disminución de la producción de las hormonas sexuales, estrógenos, progesterona y en menor medida la testosterona. Sus efectos negativos suelen comenzar en la fase de transición a la menopausia, es decir la perimenopausia y puede durar hasta 10 años, desde que empieza a disminuir el nivel de estrógenos, hasta que haya una estabilización hormonal.

 

Lo primero que se notará será un cambio en los ciclos menstruales, presentándose con mayor o menor frecuencia o sangrados más abundantes.

Entre los efectos sistémicos de esta etapa se encuentran la disminución de la densidad mineral ósea, que lleva a una predisposición mayor de las mujeres a sufrir osteoporosis, disminución de la masa muscular y una redistribución de la masa grasa hacia las zonas centrales del cuerpo, en especial la zona abdominal.

Otros síntomas que pueden aparecer, pero que no siempre se
dan son los siguientes: 

  • Sofocos à sensación de calor que surge en el pecho y se irradia hacia el cuello y la cara, puede ir acompañado además de una intensa sudoración.
  • Sequedad vaginal 
  • Disminución de la líbido 
  • Insomnio 
  • Infecciones urinarias
  • Quemazón de genitales
  • Urgencia de ir al baño
  • Episodios de ansiedad
  • Pérdida de memoria

¿Es la menopausia una nueva vida para la mujer?

La menopausia es un fenómeno poco común en el mundo animal, son pocas las especies de mamíferos que viven tanto como para llegar a su etapa no fértil.

Para la especie humana podría suponer una ventaja, debido a que a cierta edad el cuerpo de la mujer no podría soportar los riesgos asociados al parto, por lo que su capacidad reproductiva se va debilitando hasta desaparecer.


Existe una teoría denominada “teoría de la abuela”, esta hipótesis fue desarrollada por George C. Williams, un biólogo, con el fin de explicar los beneficios asociados a la menopausia cómo una perspectiva evolutiva para el ser humano. Esta hipótesis propone que el cese de la vida fértil de la mujer y la supervivencia están destinadas a poder ayudar a sus hijas e hijos con el cuidado de sus nietos, además que con el paso de los años la probabilidad de contraer enfermedades es mayor y pondría en peligro el cuerpo de la mujer el desarrollo de una vida más. Es decir, según Williams, las mujeres mayores podrán aportar más a la evolución como abuelas que como madres, apoyando la supervivencia de los nietos. 

¿Cómo tratar la menopausia?

No en todas las mujeres hay una manifestación de síntomas graves, muchas mujeres transitan por esta etapa de la vida sin incidentes, mientras que otras pueden tener síntomas graves y que se prolonguen en el tiempo.

La terapia farmacológica, cómo es la reposición hormonal de las hormonas que el cuerpo deja de producir en esta etapa, es una técnica efectiva, sin embargo, no se encuentra exenta de efectos secundarios, los riesgos superarían los beneficios de esta terapia.

 

Aunque la farmacología puede ayudar a mejorar ciertos síntomas, el mejor tratamiento y sin riesgos mayores asociados va a ser el mantenimiento de un estilo de vida saludable. 

 

 

A nivel de alimentación es importante que se incluyan los siguientes puntos: 

  • Gran variedad de vegetales
  • Proteínas de buena calidad
  • Presencia de legumbres
  • Grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas frente a las saturadas
  • Fuentes de calcio y vitamina D
  • Fitoestrógenos

Por otro lado, la práctica de ejercicio físico ayudará con el mantenimiento tanto de la masa muscular cómo ósea, por lo que también llevaría a una disminución de los riesgos asociados a la menopausia.

 

 

En conclusión, una buena alimentación, la práctica de ejercicio físico y un buen descanso, mantendrán controlados los síntomas que aparecen en esta etapa de la vida, pudiendo llegar a la vejez con una buena calidad de vida.

 

 

Si te encuentras en esta etapa de la vida y quieres mejorar tu sintomatología, contacta con un profesional de la salud que te ayude con ello, ya que los tratamientos no farmacológicos juegan un papel muy importante a tu favor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *